A priori indica un juicio o conclusión alcanzada sin ninguna base en la experiencia real. Se considera que tales juicios son aquellos en los que la verdad es tan evidente que no tiene sentido obtener evidencia real para apoyar la conclusión alcanzada. Por tanto, el razonamiento debería ser suficiente para llegar a una conclusión, sin necesidad de pruebas físicas que la respalden. Otra forma de ver el concepto a priori es llegar a una conclusión sobre una situación específica, basada en un concepto o teoría general.
La toma de decisiones a priori puede ser peligrosa cuando se usa repetidamente, ya que la probabilidad aumentará con el tiempo de que una decisión «evidente» tomada sin ningún tipo de experimentación de apoyo sea en realidad una decisión incorrecta. Es más probable que surjan errores en entornos de decisiones complejos.
Ejemplo de a priori en los negocios
Una empresa crea tres presupuestos, que designa como el peor de los casos, el más probable y el mejor de los casos. Una conclusión a priori sería que, en ausencia de un experimento, es igualmente probable que la empresa experimente los tres escenarios, lo que significa que asignaría una probabilidad del 33%% a cada uno.
Términos similares
A priori es similar al razonamiento deductivo.