Devengar significa registrar ingresos o gastos en los registros contables que aún no se han ingresado. Este enfoque se utiliza en la contabilidad de acumulación (o devengo) como parte del proceso de cierre al final de cada período de presentación de informes. El concepto también puede aplicarse a una acumulación gradual en el tiempo. Por ejemplo, una cuenta de ahorros puede acumular ingresos por intereses, mientras que un empleado puede acumular tiempo de vacaciones.