Ensamblar a pedido es un proceso de producción en el que los productos terminados se ensamblan solo cuando se reciben los pedidos de los clientes. Esto se hace produciendo los componentes clave de los productos terminados y luego personalizándolos según las especificaciones del cliente. Idealmente, los pasos de montaje restantes son bastante menores, por lo que los pedidos se pueden enviar en unos pocos días.
La ventaja clave del concepto de ensamblar bajo pedido es que una empresa no tiene que invertir en una amplia gama de unidades de almacenamiento. En cambio, reduce sus necesidades de capital de trabajo al invertir en una cantidad significativamente menor de componentes. Para que este proceso funcione, una empresa necesita diseñar sus productos de manera que sean altamente configurables a partir de un conjunto común de componentes, reduciendo así la necesidad de muchos componentes.
Esta es una de las mejores formas de administrar el inventario, ya que una empresa puede cambiar una modesta demora en los tiempos de envío a los clientes por una disminución significativa en su inversión de capital de trabajo.
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