¿Qué es un intercambio de divisas?
Un swap de moneda implica el intercambio de tenencias de moneda con otra parte que ya tiene la moneda requerida. Ésta es una técnica de gestión de riesgos que compensa el riesgo de fluctuaciones del tipo de cambio; también es una forma eficaz de evitar los controles de cambio.
Las dos entidades participan en una transacción de swap al acordar una fecha de swap inicial, la fecha en que las posiciones de efectivo se revertirán a sus posiciones originales y una tasa de interés que refleja las diferencias comparativas en las tasas de interés entre los dos países en los que el las entidades están ubicadas.
Otro uso de un swap de divisas es cuando se ha retrasado un contrato de cambio a plazo. En esta situación, el personal de tesorería normalmente vendería a una contraparte la moneda que acaba de obtener mediante el recibo de una cuenta por cobrar. Sin embargo, si la cuenta por cobrar aún no se ha pagado, la empresa puede celebrar un contrato de intercambio para obtener la moneda requerida y cumplir con su obligación inmediata en virtud del contrato de intercambio a plazo. Posteriormente, cuando finalmente se pague la cuenta por cobrar, la empresa puede revertir el swap y devolver los fondos a la contraparte.
Un acuerdo de intercambio puede ser por un período de un día o extenderse por varios años en el futuro. Las transacciones de swap generalmente no ocurren en montos inferiores a € 5 millones, por lo que esta técnica no está disponible para empresas más pequeñas.
Desventajas de los swaps de divisas
Un problema potencialmente grave con los swaps es la posibilidad de incumplimiento por parte de la contraparte. Si hay un incumplimiento, la empresa asume una vez más su responsabilidad en moneda extranjera y ahora debe luchar para encontrar una cobertura alternativa.
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