La puesta en común de ideas

La mancomunación nocional es un sistema de concentración de efectivo que permite que el efectivo permanezca donde está y bajo control local, pero que se registra en el banco como si el efectivo se hubiera centralizado. Si un banco ofrece la mancomunación nocional, simplemente combina los saldos finales de todas las cuentas de una empresa para llegar a un saldo neto agregado. Si el resultado es un saldo de caja positivo, el banco normalmente invierte los fondos automáticamente y paga a la empresa ingresos por intereses sobre la cantidad invertida. Si el resultado es un saldo de caja negativo, el banco cobra intereses sobre la cantidad neta negativa.

El concepto de mancomunación ficticia es particularmente útil cuando las cuentas individuales son propiedad de filiales que desean controlar su efectivo y no quieren verlo mezclado en una cuenta central de concentración.

Otra ventaja de la mancomunación ficticia es que unos pocos bancos ofrecen la mancomunación en varias monedas. Esto significa que se obtienen intereses por las tenencias de efectivo denominadas en múltiples monedas, sin tener que realizar nunca conversiones de divisas a una sola moneda de inversión.

Algunos bancos ofrecen la asignación automática de los ingresos por concepto de intereses a las cuentas en que se almacena el efectivo, sobre la base del monto real de los intereses devengados y las proporciones relativas de efectivo en las diversas cuentas incluidas en el acuerdo de mancomunación.

Problemas teóricos de la mancomunación

Aunque la puesta en común de ideas puede parecer inicialmente una solución ideal, hay algunos problemas que limitan su uso. Estos problemas son:

La disponibilidad. Los sistemas de mancomunación teórica están prohibidos en algunos países y son poco prácticos en otros en que los sistemas bancarios no están suficientemente integrados para permitir la agregación virtual de fondos. La razón de la prohibición de la mancomunación ficticia es que algunos gobiernos creen que esa mancomunación constituye una mezcla de fondos de diferentes entidades. La mancomunación ficticia está permitida en la mayoría de los países europeos, pero no en los Estados Unidos.
Restricciones legales. Incluso cuando se permite la mancomunación ficticia, algunos países restringen su uso a las filiales de propiedad exclusiva. Otros países no permiten que la mancomunación ficticia incluya cuentas situadas en otros países.
Red bancaria única. Este enfoque sólo funciona dentro de la red de cuentas de un solo banco, ya que éste debe tener la capacidad de «ver» todos los saldos de las cuentas. Si una empresa utiliza varios bancos, puede emplear, en cambio, un acuerdo de mancomunación ficticia separado con cada banco, o una combinación de mancomunación ficticia y barrido de efectivo.
Reconocimiento de los ingresos y gastos por intereses. Un sistema de mancomunación teórica otorga los ingresos por intereses a la empresa matriz. Al igual que en el caso del barrido de efectivo, esto significa que algunas jurisdicciones fiscales querrán que los ingresos por intereses se asignen de nuevo al nivel de la filial. La misma asignación es necesaria para los gastos por intereses, si una cuenta tiene un saldo deudor. Estas asignaciones deben estar plenamente documentadas, ya que pueden ser examinadas por los auditores fiscales.
Por las tres primeras razones que se acaban de señalar, la mancomunación ficticia tiende a ser una solución parcial que funciona bien en algunas esferas y no está disponible ni permitida en otras. En consecuencia, y a pesar del atractivo del concepto, es más probable que se aplique de manera fragmentaria, con diferentes sistemas instalados en distintas partes del mundo.

Costos nocionales de puesta en común

El costo de la mancomunación teórica es menor que el de los barridos de efectivo, ya que no se utilizan transacciones para mover efectivo entre cuentas. Además, se elimina el tiempo que podría requerir el personal de la tesorería para mover manualmente los fondos. Por último, se eliminan los gastos de sobregiro bancario que de otro modo podrían imputarse a las cuentas con saldos negativos, ya que las posiciones deudoras y acreedoras de todas las cuentas se fusionan mediante la mancomunación ficticia; lo ideal sería que las posiciones acreedoras superaran el monto de los saldos de las cuentas deudoras.

Resumen

Cuando se dispone de ella, la mancomunación teórica es administrativamente sencilla y permite la retención de efectivo en cuentas a nivel local. Sin embargo, el sistema no está permitido en algunos países y no puede utilizarse como un sistema único en el que las cuentas sean administradas por varios bancos.

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