¿Qué es un Préstamo a pagar?
Un préstamo es un arreglo en virtud del cual el propietario de una propiedad permite a otra parte utilizarla (generalmente en efectivo) a cambio de un pago de intereses y la devolución de la propiedad al final del arreglo de préstamo. El préstamo se documenta en un pagaré. Si alguna parte del préstamo sigue siendo pagadera a la fecha del balance de una empresa, el saldo restante del préstamo se denomina préstamo por pagar.
Si el capital de un préstamo es pagadero dentro del año siguiente, se clasifica en el balance como un pasivo corriente. Cualquier otra parte del capital que sea pagadero en más de un año se clasifica como un pasivo a largo plazo. Si se ha incumplido el compromiso de un préstamo, pero el prestamista ha renunciado al requisito del compromiso, ello podría significar que el monto total del préstamo es técnicamente pagadero de una sola vez, en cuyo caso debería clasificarse como pasivo corriente.
Los intereses que un prestatario deberá pagar por un préstamo en el futuro no se registran en los registros contables; sólo se registran con el paso del tiempo, ya que los intereses adeudados se convierten en un pasivo corriente.
Es posible que el prestamista tenga que crear una reserva para cuentas de dudoso cobro a fin de compensar su cartera de préstamos por pagar, en situaciones en que parezca que algunos préstamos no serán reembolsados por un prestatario.
Un préstamo por pagar difiere de las cuentas por pagar en que las cuentas por pagar no cobran intereses (a menos que el pago sea tardío) y suelen basarse en los bienes o servicios adquiridos. Un préstamo por pagar cobra intereses y suele basarse en la recepción anticipada de una suma de dinero en efectivo de un prestamista.
Como ejemplo de préstamo por pagar, una empresa obtiene un préstamo de 100.000 euros de un tercero prestamista y lo registra con un débito en la cuenta de efectivo y un crédito en la cuenta de préstamo por pagar. Después de un mes, la empresa devuelve 10.000 euros del préstamo por pagar, más los intereses, dejando 90.000 euros en la cuenta de préstamos por pagar.