Las suposiciones que imponen los contadores al calcular los ratios CVP son fuentes de posibles limitaciones de la técnica. La mayoría de los análisis de CVP se basan en concepto de costo estático.
Un supuesto es que todos los costos se pueden clasificar en dos categorías: costos fijos y costos variables. Esta suposición no siempre es cierta porque ciertos costos (por ejemplo, depreciación) no se pueden determinar con exactitud. Los diferentes métodos de depreciación pueden producir resultados diferentes.
También existe una tercera categoría de costos conocida como costos semivariables. Estos costos también se denominan costos mixtos porque parte del costo es fijo y parte es variable (por ejemplo, gastos de teléfono).
Otro supuesto es que los costos fijos no cambiarán en todos los niveles de ventas dentro del rango de actividad relevante supuesto.
Otros supuestos son que el precio de venta por unidad permanece constante y que los costos variables varían en proporción directa a los cambios en la actividad (es decir, como porcentaje de los ingresos por ventas). En el segundo caso, permanecen constantes.
Además, se supone que la mezcla de ventas permanece constante si se vende más de un producto. Además, las proyecciones se refieren únicamente a un período breve.
Las limitaciones y suposiciones del análisis CVP mencionadas anteriormente perjudican, pero no destruyen, la utilidad de la técnica para los gerentes. Como tal, el análisis CVP sigue siendo una útil herramienta de planificación de beneficios.