Este artículo menciona cinco ventajas principales asociadas con el uso adecuado de los conceptos y principios contables.
Primero, las cuentas preparadas de acuerdo con los principios y conceptos contables generalmente aceptados son más precisas y confiables.
Segundo, los usuarios de los estados financieros otorgan mayor credibilidad a los estados preparados de acuerdo con principios contables generalmente aceptados.
Por lo tanto, si una empresa desea ganarse la confianza de bancos, prestamistas o proveedores importantes, debe seguir estos principios al preparar sus estados contables.
Tercero, a las empresas a menudo les resulta útil comparar su desempeño con el de otras organizaciones del mismo negocio.
Ninguna comparación sería significativa (o posible) a menos que todos los estados contables se preparen utilizando los mismos principios y supuestos acordados.
Cuatro, seguir las reglas establecidas facilita el trabajo de un contador. Los contables se ahorran la molestia de tener que tomar decisiones subjetivas.
Por ejemplo, tener una política estándar sobre lo que se define como material con el fin de registrar los gastos o la capitalización puede ahorrar muchas molestias al personal de contabilidad. Una vez que se establece el límite de la organización, la contabilidad es mucho más simple.
Por fin, seguir conceptos, principios y normas contables puede no ser una cuestión de elección. En la mayoría de los países, la ley prescribe que las empresas que operan a un cierto nivel deben seguirlas.
De manera similar, la mayoría de las asociaciones profesionales o comerciales exigen que sus miembros sigan estos estándares como un requisito esencial para la membresía continua.
Además, los prestamistas a menudo se niegan a prestar fondos a empresas cuyas cuentas no cumplen con los estándares.